PrensaFANB / Fotos: Ptte. Yahinir Segovia

En reconocimiento a los máximos méritos obtenidos durante el periodo correspondiente a cada grado o jerarquía, este jueves 26 de noviembre, el ciudadano General en Jefe Vladimir Padrino López, vicepresidente sectorial de Soberanía Política, Seguridad y Paz, y ministro del Poder Popular para la Defensa, junto al Almirante en Jefe Remigio Ceballos Ichaso, Comandante Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, y demás autoridades militares de la sede ministerial, en un significativo acto castrense, con todas las medidas de bioseguridad para prevenir el Covid-19, efectuaron el ascenso de profesionales militares, desde el Salón de Honor, Monseñor GB. José Hernán Sánchez Porras.

Al respecto, en sus palabras, el GJ Padrino López expresó: «Hoy quiero hacer un reconocimiento en nombre del pueblo de Venezuela y de sus compañeros de armas, que en este momento están cuidando nuestros espacios aéreos, marítimos y terrestres. En su nombre quedan ustedes ascendidos al grado inmediato superior».

Igualmente, el titular de la cartera castrense enfatizó que en la acepción de este acontecimiento pues «Un grado no es una simbología más; significa una mayor elevación espiritual, intelectual y profesional que debe cultivarse todos los días», aseveró.

Así mismo, informó que «Son más de 1000 hombres y mujeres ascendiendo hoy, y definitivamente ¡Somos los que somos! porque más que el número, lo esencial es la calidad para seguir defendiendo la Patria».

En este sentido, reflexionó sobre nuestra historia y el Bicentenario del Tratado de Armisticio y de Regularización de la Guerra entre el imperio español y Colombia, documentos en los que se reconoció jurídicamente a la República de Colombia y su gobierno, como parte de la magistral acción política y diplomática del Libertador Simón Bolívar, del General en Jefe Antonio José de Sucre y demás patriotas que hicieron parte de aquél hito, que además otorgó beligerancia al Ejército Patriota y se transformó en la base para el desarrollo del derecho internacional humanitario que conocemos hoy.

En consecuencia, manifestó la importancia de nuestra historia y sus enseñanzas, pues «En cualquier guerra, no siempre el que tiene las armas, la tecnología y los instrumentos para asediar y destruir, es el más poderoso. ¡No siempre! Sino, hace tiempo hubiésemos visto una Venezuela derrotada, invadida, saqueada, y no plantada, como está ahora».

Finalmente, se refirió a los EE.UU., que tras hostigar a Venezuela con saña y maldad, especialmente durante el gobierno de Donald Trump, la Patria de Bolívar permanece firme y digna, ante el mayor imperio del mundo.