La antorcha de la esperanza es renovada con el advenimiento del hijo de Dios y su hálito de salvación y vida, esa que nos invita a fortalecer la unión familiar, la fe en Jesús y su protección ante las adversidades que imponen estos tiempos, defendiendo con determinación irreductible, la libertad legada por el primer soldado revolucionario: ¡Cristo Redentor!… El de los pobres de la tierra, los más necesitados, los humildes… El que bajó de su pedestal sintiéndose y haciéndose pueblo.

Hoy, brillará en el firmamento la sublime estrella de la omnipotencia, omnipresencia y omnisciencia del Niño Jesús, inmortalizado desde el ejemplo de sus acciones como el hombre que moró en el sufrimiento, la tentación, difamación, subestimación, traición y frustración, sobreponiéndose y conquistando la gloria con la firmeza de sus convicciones, la coherencia, bondad, sencillez y profundo amor hacia sus hermanos, creados a imagen y semejanza del Padre Celestial.

Desde su sagrada referencia espiritual, renovemos el ímpetu de luchar por el bien colectivo, reafirmando nuestro compromiso de elevar los esfuerzos para edificar un mundo nuevo, más justo, sensible y humano… Un universo amable ante el futuro que garantice el respeto a la integridad de todos los seres vivos.

¡Qué el Todopoderoso nos siga acompañando en nuestras batallas para alcanzar la suprema felicidad social y mantener la paz de esta victoriosa República!… ¡Feliz Navidad, Venezuela!

¡Chávez vive!… ¡La Patria sigue!

¡Independencia y Patria Socialista!… ¡Viviremos y venceremos!

¡Independencia o nada! ¡Leales siempre!… ¡Traidores nunca!

Caracas, 24 de diciembre de 2020

VLADIMIR PADRINO LÓPEZ

General en Jefe